Los All Whites salieron encabezados por su director técnico, Ricki Herbert. Desde el primer momento se informó que nadie hablaría, y con la disciplina que los caracteriza, así sucedió.
El jugador más asediado fue el mediocampista, Marco Rojas, quien se limitó a decir "lo siento", ante la insistencia de los medios.
Con la salida de Rojas, se completó el equipo oceánico, pero la insistencia de algunos periodistas ocasionó la intervención de la Policía, lo cual causó un par de cámaras caídas y estuvo cerca de convertirse en algo peor.
NO HUBO AFICIONADOS
El silencio de los jugadores fue acompañado de la nula presencia de seguidores mexicanos o neozelandeses.
Solamente algunos curiosos que esperaban a familiares o amigos, estuvieron presentes, pero ninguno se inmutó ante la llegada de los All Whites.
LA EMBAJADORA ESTUVO PRESENTE
Clare Kelly, embajadora de Nueva Zelanda en México, llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para darle la bienvenida al equipo.
Ella fue la única que accedió a hablar con la prensa y se dijo entusiasmada por el partido del miércoles.
"Esto es una muestra de lo que es el deporte para los mexicanos, y en Nueva Zelanda lo debemos entender así.
"El partido será un buen momento para que en mi país se conozca más de la cultura de México y estoy segura que será un gran partido."
Kelly prefirió no opinar acerca del factor de la altura, ya que dijo entre risas que ella no es entrenador. Información por espn.
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